ARTICULO

FRECUENCIA DE ANTICUERPOS IRREGULARES EN EL INPER

(1) B.M. Mitzuko Katoku Herrera, (2) Q. B. P. José Guadalupe Palacios Cornejo
1. Gestor del Banco de Sangre del INPer 2. Adscrito al Banco de Sangre del INper

La administración de componentes sanguíneos es el último punto de una serie de procesos que se realizan con estricto apego a un trabajo de calidad; están encaminados a coadyuvar a resolver un problema de salud del paciente. Sin embargo, si este último paso no se lleva a cabo adecuadamente condicionará una serie de problemas que pueden ocasionar inclusive la muerte o, en el menos grave de los casos, no lograr el objetivo por el que se prescribió.

Una buena práctica transfusional inicia con una cuidadosa revisión clínica del paciente evaluando el riesgo-beneficio de la indicación para transfundir un componente sanguíneo, es en ese momento cuando debe sustentarse la indicación terapéutica, explicar con claridad al paciente el por qué se está indicando aplicarle un componente sanguíneo, cuáles son los riesgos y/o beneficios a que se somete y si existen o no alternativas terapéuticas (Radillo, 2017).

El efecto nocivo más importante de la transfusión sigue siendo la hemólisis intravascular aguda. Dentro de la hemólisis aguda se puede presentar una reacción anamnésica denominada hemólisis tardía, la cual se genera en pacientes que han sido politransfundidos o pacientes femeninas multíparas que al recibir una nueva transfusión pueden desencadenar una respuesta inmunitaria secundaria, la cual no es detectable en la prueba de hemocompatibilidad debido a que la titulación de anticuerpos es muy baja o ha desaparecido. Las pacientes multíparas tienen más probabilidad de desarrollar algún anticuerpo antieritrocitario debido a la exposición que tiene hacia el producto y a la diversidad de fenotipos que existen en la población.

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