Autora: Dra. Laura Leticia Rodríguez Chávez
Este año conmemoramos el bicentenario de la consumación de la Independencia de México. Habitualmente celebramos el inicio del movimiento insurgente, el 16 de septiembre y solemos hacer la fiesta desde la noche del 15, por decreto del entonces presidente de México, desde 1853, Santa Anna y refrendado por Porfirio Díaz por su festejo de cumpleaños. Hoy haré un resumen desde su inicio hasta su culminación, el 27 de septiembre de 1821.
1808: Napoleón invadió a España. Fernando VII, el heredero, fue secuestrado por los franceses. Carlos IV cedió sus derechos a José Bonaparte, hermano de Napoleón, lo que provocó indignación en la península y Nueva España. Numerosos criollos 
consideraron lealtad a Fernando VII, simpatizando con el movimiento miembros del clero como el arzobispo Lizana. Floreció el movimiento en Valladolid (hoy Morelia), Querétaro, Guanajuato, México, Puebla y Jalapa. En 1809 se unió Miguel Hidalgo.
1810: Nueva España contaba con 3.5-4 millones de indígenas (1 millón más que en la conquista), 1.5 millones de mestizos, 1 millón de criollos y de 15-40 mil españoles. La idea de un gobierno autónomo y legítimo era más fuerte entre criollos y mestizos. Hidalgo al grito de: “Muera el mal gobierno y viva Fernando VII” con un estandarte de la virgen de Guadalupe encabezó al movimiento con un ejército de 80 mil indígenas incitando el odio contra españoles, pero ellos no distinguían entre éstos, criollos y mestizos, por lo que se cometieron crímenes contra población civil como en la Alhóndiga de Granaditas en donde se refugiaron y murieron muchas mujeres y niños. Se destruyeron presas, acueductos, haciendas, ingenios, minas, fábricas y se arrasó con quienes tuvieran buena situación económica. Allende recriminaba a Hidalgo la dirección del movimiento, de acuerdo con la carta que le envió el 20 de noviembre de 1810. Iturbide rechazó la invitación de Hidalgo para apoyar el movimiento de manera violenta y combatió a los que asaltaban y quemaban poblados.
1811: Fueron apresados y fusilados Hidalgo, Allende, Aldama y Jiménez. El jefe realista Calleja escribió al virrey Venegas de las ventajas que resultaría ser un gobierno independiente, mencionando que el movimiento hubiera tenido poca oposición sin la insurrección violenta de Hidalgo, puesto que muchos hombres deseosos de independencia abandonaron su causa.
Te invitamos a continuar con la lectura en la página 22 de Motu Cordis.
