Autora: Dra. Laura Leticia Rodríguez Chávez
La pandemia por COVID-19 nos permitió darnos cuenta de la fragilidad del humano en un mundo con grandes avances tecnológicos y nos hizo mirar hacia atrás. La gripe española cobró la vida de 50 millones de personas en el mundo, fue opacada por la Primera Guerra Mundial y de no ser por la pandemia actual pocos sabríamos de su existencia; en la edición de 1924 de la Enciclopedia Británica, no se menciona dicha pandemia, aunque existen fotografías al respecto y obras de arte como el “Autorretrato con gripe española” del artista noruego Edward Munch.
La educación en la pandemia de 1918
En Chicago se prefirió que los niños acudieran a la escuela con el argumento de dejar un hogar insalubre y acudir a edificios escolares grandes, limpios y bien ventilados; se implementó un sistema de inspección con los profesores para detectar signos de gripe; los alumnos con síntomas eran aislados, si tenían fiebre, los llevaban a su casa, y si las condiciones no eran óptimas para su aislamiento y atención, debían trasladarlos a un hospital. El argumento para abrir las escuelas a 500 mil estudiantes era mantener a los niños fuera de las calles y lejos de adultos infectados; sin embargo, la tasa de ausentismo fue muy alta. En España cerraron escuelas primarias y se clausuraron algunas universidades, en ese tiempo, la educación universitaria era de élite.
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