Autora: Lic. Claudia María Ruiz Rabasa
El coronavirus SARS-CoV2 apareció en China en diciembre del año pasado y provocó una enfermedad llamada COVID-19, que se ha extendido por el mundo y fue declarada pandemia global por la Organización Mundial de la Salud. En México, se ha pedido a todo el país y a la sociedad responsabilidad, tranquilidad y conciencia.
El coronavirus SARS CoV-2 es un virus nuevo que tiene RNA como material genético (retrovirus), que utiliza las células del hospedador para replicarse. Esta cualidad biológica le permite adaptarse a “nuevos ambientes”, nuevas células, ya que en cada replicación puede cambiar su información genética, es lo que se denomina mutación. Desde un punto de vista biológico, esto implica la capacidad del virus para interaccionar con células de diferentes grupos de hospedadores.
Hay factores que hacen que el paciente sea más vulnerable, como son los problemas cardiovasculares, problemas respiratorios, embarazo, hipertensión, sistema inmunológico deprimido, obesidad y diabetes; también puede atacar a la población general sin factores de riesgo previos. No hay que olvidar que es un virus “nuevo”, por lo tanto, hay un desconocimiento de su desarrollo biológico y esto es lo que dispara los sistemas de alarma, por falta de conocimiento.
El Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez conociendo el compromiso importante para la seguridad del trabajador (personal médico, cuerpo de enfermería y auxiliares, técnicos, laboratoristas, dietólogos, intendencia, etc.) lanza un Comunicado Oficial con fecha 19 de marzo del 2020 donde se implementan 17 puntos importantes para la seguridad para el paciente, trabajadores y familiares, acentuando las medidas de prevención y protección.
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