El deseo sexual se describe como una fase de apetito o impulso previo a la excitación producido por la activación de un sistema neural específico del cerebro.
El deseo sexual de la mujer continúa siendo un tabú. Mientras la excitación y el orgasmo afectan a los órganos genitales, el deseo sexual constituye la fase de estimulación interna, por pensamientos y fantasías, y externas, por ejemplo, la visión de una pareja atractiva, que desencadena la respuesta sexual.
El deseo sexual depende de cada persona y de cada circunstancia, pero en líneas generales es un auténtico cóctel químico.
Para las mujeres, sin embargo, depende de las fluctuaciones hormonales. Ellas suelen sentir una mayor inclinación a buscar encuentros sexuales durante el periodo de ovulación, pero hay que reconocer que depende de cada mujer; si les preguntas directamente, cada una te puede dar una respuesta distinta.
Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Cornell, las mujeres prefieren a los hombres que tienen características de líder. Ellas aprecian especialmente a los varones que les inspiran confianza, que demuestran una importante capacidad para desplegar su influencia positiva en los demás y valoran significativamente la seguridad así como su capacidad para hacerles llegar ese sentimiento. En definitiva, adoran a quienes son capaces de transmitirles protección.