La medicina progresa rápidamente, y aparecen nuevos avances en materia de conocimiento y tecnología. Por ello surgen especialidades médicas que buscan precisar mejor los distintos aspectos de la salud humana.
Por ello una especialidad médica cuyo nombre puede extrañarnos más, es la perinatología.
La perinatología es la rama de la gineco-obstetricia que se ocupa del estudio de la anatomía y fisiología del feto desde la semana 28 del embarazo, cuando el feto ha alcanzado 1 kilo de peso, hasta los 7 a 28 días después de su nacimiento, tiempo considerado como el período perinatal.
Un perinatólogo es un profesional en obstetricia encargado de atender a una mujer embarazada que presenta determinados factores de riesgo que pueden comprometer la salud del feto o la suya propia. Este profesional es el encargado de:
- Diagnosticar las malformaciones fetales, morfológicas o funcionales del feto.
- Prevenir o diagnosticar de forma precoz problemas cromosómicos que podrían afectar al no nato.
- Tratar complicaciones que aparecen en el embarazo a partir de la semana 28.
- Tratar en el útero las malformaciones fetales que puedan atenderse con tratamiento médico o quirúrgico.
Por lo tanto, el perinatólogo tiene en sus manos la gran responsabilidad de monitorear el desarrollo del embarazo cuando existen complicaciones a nivel fetal.
Tanto la obstetricia como la perinatología tienen un objetivo en común: lograr que la salud de la madre como la del feto estén en las mejores condiciones para garantizar así su bienestar.
Consulta más de esta especialidad en la revista del Instituto Nacional de Perinatología “Isidro Espinosa de los Reyes”.
