Autora: Lic. Alejandra Gutiérrez Téllez-Girón
Subjefe del Departamento de Apoyo Vital
El 10 de mayo, uno de los festejos más importantes en México, por ser el día oficial para festejar a mamá, un ser tan amado en el núcleo familiar a quien se le ha encomendado la misión de dar vida, de proteger y arropar con alegría y esperanza a los nuevos integrantes de la familia, aun en las adversidades.
En México se festeja el día de las madres desde 1922, es considerada una iniciativa del secretario de Educación Pública, José Vasconcelos y del periodista Rafael Alducín para rendir con respeto un homenaje de amor a las madres. En nuestras tradiciones hay diferentes formas de festejarles: desde una comida familiar, una serenata al pie de su ventana, con obsequios o arreglos florales. Sin embargo, los 365 días del año son una oportunidad para demostrarles el amor y respeto que se merecen con acciones o detalles sencillos que las hagan felices.
La abnegación de una madre por los hijos e hijas se aprecia claramente en un entorno hospitalario, donde es capaz de soportar horas, días o meses al pie de la cama de su hijo (a), con la única esperanza de regresar a casa con los suyos, como se aprecia en las siguientes líneas:
“Como mamá uno piensa que nunca nos pasará, sin embargo, nos toca y aunque pensamos que quizá no lo lograremos podemos con eso y más, como mamás ¿qué no haríamos por nuestros hijos? Yo, gracias a Dios lo viví y lo superé junto a mi hija con el apoyo de mi familia. A las mamás que están pasando por lo mismo les digo que no se desanimen, tengan mucha Fe, la Fe y nuestro amor mueven montañas”. (Erika Carrillo)
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