El 14 % de la población padece migraña, enfermedad caracterizada por dolor de cabeza ocasionado por la dilatación de las arterias del cráneo, acompañada de náuseas y vómito.
La migraña es un desorden neurológico que se manifiesta en un dolor de cabeza intenso o grave, lo que hace que sea una enfermedad extremadamente incapacitante para las personas que la sufren. Afecta a la parte frontal o toda la zona del cráneo y se presenta en forma de crisis o ataques. Puede ir acompañada de otros síntomas.
Los ataques de migraña pueden durar de horas a días, y el dolor puede ser tan intenso que interfiere en las actividades diarias.
Algunas personas experimentan un síntoma de advertencia conocido como aura que ocurre antes o con el dolor de cabeza. El aura es un síntoma reversible del sistema nervioso. Generalmente, son visuales, pero también pueden incluir otras alteraciones.
Después de un ataque de migraña, es posible que se sienta agotado, confundido y sin fuerzas. Algunas personas indican sentirse eufóricas.
Aunque las causas de la migraña no se entienden completamente, la genética y los factores ambientales parecen jugar un papel importante.
Los cambios en el tronco encefálico y sus interacciones con el nervio trigémino, una importante vía de dolor, podrían estar involucrados. También podrían existir desequilibrios en las sustancias químicas cerebrales, incluida la serotonina, que ayuda a regular el dolor en el sistema nervioso.
Los investigadores están estudiando el papel de la serotonina en las migrañas.
Si tienes signos y síntomas de migraña con regularidad, lleva un registro de los ataques y cómo los trataste. Luego, programa una cita con el médico para hablar sobre ello.
Incluso si tienes antecedentes de dolores de cabeza, consulta al médico si el patrón cambia o si los dolores de cabeza repentinamente se sienten diferentes.