ARTICULO

El Batallón de San Patricio y su trascendencia histórica para el México independiente (2a . Parte)

Autor: Lic. Miguel González-Hermosillo González

Destrucción del Batallón de San Patricio

El Batallón tuvo su bautismo de fuego en la imponente y grandiosa Batalla de Monterrey, habiendo defendido con pundonor la “Ciudadela”, fortificación española eje de la defensa de esa ciudad, haciendo fuego con su artillería desde posiciones fortificadas y defendiendo la posición ante el embate enemigo a fuego y espada manteniendo a raya a las huestes del General Taylor que no pudieron tomar ese bastión defendido por el glorioso Batallón de San Patricio, forzando a Taylor a aceptar un armisticio honroso a las armas mexicanas.

Después de la Batalla de Monterrey, que no tuvo un resultado definitivo para ninguno de los ejércitos contendientes, a principios de febrero de 1847 se verificó la Batalla de La Angostura, cañón ubicado al sur de Saltillo y en la cual el Batallón de San Patricio con su fuego preciso de artillería diezmó las líneas estadunidenses, no pudiendo tomar éstas el cerro en donde la artillería irlandesa mexicana estaba situada. Estas acciones favorecieron un triunfo táctico de las armas mexicanas, habiendo trocado una posible derrota en un resultado que la mayoría de los especialistas e historiadores no estadunidenses, quienes pecan de decir pocas veces la verdad, lo llaman un triunfo táctico de las armas nacionales por haber detenido ahí mismo el avance hacia el Sur del país del ejército invasor del General Zacarías Taylor y haberlo hecho retroceder hasta Saltillo. Este resultado provocó la destitución de este General al frente de las fuerzas invasoras y fue relevado por el General Winfield Scott, al perder la confianza del presidente James Polk, provocando el cambio de estrategia para llevar a cabo a la postre la consumación de esa invasión, vía el asalto anfibio del puerto de Veracruz, primero en la historia militar de América y por las subsecuentes victorias de las armas extranjeras en las batallas de Cerro Gordo en ese estado de Veracruz y después de una pausa de seis meses en las que el ejército invasor tuvo un respiro en su campaña habiéndose acantonado en la ciudad de Puebla, donde inexplicablemente fue recibo como un ejército libertador por ciertos sectores y castas de la sociedad poblana, reanudó con éxito la campaña militar con su entrada a la Ciudad de México, el 19 y 20 de agosto de 1847, donde se dio el encontronazo en el Rancho de Padierna a las afueras de Tlalpan con el Batallón y el ejército comandado por el General Gabriel Valencia, sufriendo México una derrota más que frustrante porque estuvo al alcance de nuestras armas el triunfo que pudo ser definitivo por estar el ejército estadunidense muy lejos de sus líneas principales de abastecimiento, pero la traición y la soberbia de algunos lo frustró.

Te invitamos a continuar con la lectura en la página 22 d Motu Cordis

To Top
PersonalTrainerCertification.us