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Apnea Obstructiva del sueño

Los trastornos del sueño (TS) afectan la calidad de vida y algunos de ellos son causa de morbilidad y mortalidad prematura. Los TS más reportados son insomnio (22.1%), síndrome de apnea obstructiva del sueño (6 a 32.8%), y síndrome de piernas inquietas (15.6%). Los trastornos del sueño afectan la calidad y la cantidad del mismo, lo que suele generar somnolencia excesiva diurna y, a partir de ésta, se incrementa el riesgo de sufrir accidentes de tráfico y laborales.

La apnea obstructiva del sueño ocurre cuando los músculos en la parte posterior de la garganta se relajan. Estos músculos sostienen el paladar blando, la porción triangular de tejido que cuelga del paladar blando (úvula), las amígdalas, las paredes laterales de la garganta y la lengua.

Cuando los músculos se relajan, las vías aéreas se estrechan o se cierran cuando respiras. No puedes recibir suficiente aire, lo que puede bajar el nivel de oxígeno en la sangre. El cerebro detecta que no puedes respirar y te despierta brevemente para que puedas volver a abrir las vías aéreas. Este despertar generalmente resulta tan breve que no lo recuerdas.

Podrías resoplar, ahogarte o jadear. Este patrón se puede repetir de 5 a 30 veces o más cada hora, durante toda la noche, lo que dificulta tu capacidad de alcanzar las etapas profundas y reparadoras del sueño.

Los síntomas de la apnea obstructiva incluye:

  • Ronquidos fuertes.
  • Jadeos al respirar durante el sueño.
  • Despertarse con la boca seca.
  • Dolor de cabeza por la mañana.
  • Problemas para mantenerse dormido (insomnio).
  • Sensación de sueño excesiva durante el día (hipersomnia).
  • Dificultad para prestar atención mientras estás despierto.
  • Irritabilidad.

Los factores que aumentan el riesgo incluyen lo siguiente:

  • Sobrepeso.
  • Vías respiratorias estrechas.
  • Ser hombre, los hombres son dos o tres veces más propensos a tener apnea del sueño que las mujeres.
  • Ser adulto mayor.
  • Antecedentes familiares.
  • Consumo de alcohol, sedantes o tranquilizantes.
  • Ser fumador, los fumadores tienen tres veces más posibilidades de presentar apnea obstructiva del sueño que las personas que nunca fumaron.
  • Congestión nasal.

Cuando dormimos, el cuerpo se relaja y eso facilita la producción de melanina y serotonina. Estas hormonas contrarrestan los efectos de las hormonas del estrés (adrenalina y cortisol). La falta de sueño provoca, por el contrario, una liberación aumentada y sostenida de las hormonas del estrés. Por ello la importancia de un buen descanso y estar atentos a cualquier cambio en nuestros hábitos de sueño.

 

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