ARTICULO

APRENDIZAJE POR SIMULACIÓN A TRAVÉS DE UN MODELO HÍBRIDO (MOSH)

Dr. Juan Luis García Benavides * Subdirección de Intercambio y Vinculación INPer
Dr. Roberto Cortés Avalos *Coordinador de la CESINPer en el INPer

A finales del siglo pasado y principios del presente, el “aprendizaje basado en competencias” –ABC- marcó un movimiento homogéneo educativo por múltiples universidades a nivel mundial. Una competencia se define como la conjunción de conocimientos, habilidades, destrezas y valores cuyo resultado es una “amalgama” de condiciones que da certeza, dominio y seguridad para realizar una actividad específica, como las propias del área de la salud, donde la calidad de la atención y la seguridad del paciente, son las principales para el proceso de bienestar social. Una vez que la persona ha desarrollado las competencias, duras y blandas, es factible realizar su evaluación, mediante un proceso denominado certificación, que valora el dominio exhaustivo de las competencias específicas donde participan principalmente, las especialidades del área médica.

Por su parte, el “aprendizaje basado en simulación” –ABS- , ha alcanzado un status incomparable en la adquisición de las mismas al implementar cursos para el capital humano en formación, siendo el área de las ciencias de la salud y en particular INPer, un ejemplo aplicativo de la “simulación clínica en postgrado”.

La simulación brinda la oportunidad de convertir el conocimiento personal básico, en un aprendizaje significativo al empatar la lectura de los mapas mentales existentes de los participantes, al interpretar los resultados objetivos en el actuar de los usuarios así como de la tarea asignada a los instructores. Otra de las bondades de la simulación, en el área de las ciencias de la salud, es su aplicabilidad a la realidad clínica, requisito de la Medicina Traslacional.

Te invitamos a leer más en la nueva edición de Domus Medicorum.

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