Autora: Dra. Laura Leticia Rodríguez Chávez
Jefa del Departamento de Cardiología Adultos 3er piso
El Instituto Nacional de Cardiología recibe diariamente pacientes que requieren tratamiento quirúrgico de su cardiopatía. Al cambiar a su nueva sede, en 1976 y hasta los 90, la terapia posquirúrgica se ubicaba en la misma ala que los quirófanos, y los pacientes posquirúrgicos egresaban directamente de la terapia intermedia sin regresar al piso de hospitalización. Esto cambió con la remodelación de los quirófanos y de la terapia posquirúrgica, pues de allí los pacientes pasaron a los pisos de hospitalización para darles el alta. Al paso de los años, se incrementó el número de enfermos quirúrgicos con mayor complejidad y morbilidad por lo que se empezó a tener una larga lista de espera y muchos pacientes descompensados ingresan por urgencias y se operan en condiciones menos favorables, con mayores incidentes y estancia hospitalaria.
Han surgido diversas estrategias para disminuir la morbimortalidad, costos y estancia hospitalaria como es el programa de estancia corta en cirugía cardiaca también llamada cirugía electiva, en el cual todo el abordaje diagnóstico, erradicación de focos sépticos y contar con donadores completos se hace ambulatoriamente, por lo que el paciente ingresa ya programado para su cirugía un día antes (o dos si toma anticoagulante), con lo cual se han tenido excelentes resultados.1,2
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