Esencialmente, la inteligencia emocional (IE) es la capacidad de percibir, expresar, comprender y gestionar las emociones. Y es importante porque cuanto más comprendamos estos aspectos de nosotros mismos, mejor serán nuestra salud mental y nuestro desarrollo social.
La cotidianidad de nuestra vida ha sufrido un cambio drástico como consecuencia de la pandemia por covid-19. Verse obligados a trabajar a distancia, desconocer cuándo podrán regresar a sus rutinas, entre otros aspectos, son factores que pueden desencadenar un aumento en los niveles de estrés.
Un mecanismo para abordar el impacto negativo de dicha problemática, tanto en la salud personal como en el desempeño dentro del ámbito laboral, es hacer uso de la Inteligencia Emocional.
Algunos signos que pueden denotar si tenemos una adecuada Inteligencia Emocional, son los siguientes:
- Pensar en nuestras reacciones.- las emociones pueden contener información útil para el funcionamiento personal y social, pero a veces estas emociones también pueden abrumarnos y hacernos actuar de maneras que después lamentamos.
- Ver las situaciones difíciles como un desafío.
- Regulas las emociones.
- Ponerse en el lugar del otro.
Las personas que muestran dificultad para regular sus sentimientos negativos también son más propensas a tener problemas para funcionar socialmente, lo cual puede agudizar los sentimientos depresivos.
Para entrenar nuestra inteligencia emocional, es necesario centrarse en la gestión y en la expresión de las emociones, las cuales están directamente vinculadas a un buen desempeño laboral y a una mejora de la comunicación.
Cabe señalar que la IE es una competencia cognitiva que puede mejorar a lo largo de nuestra vida. Así que si crees que no cuentas con esta habilidad, no te preocupes, porque todavía puedes trabajar y desarrollar la inteligencia emocional.