Un trozo de comida que se va por el mal camino puede causar un triste desenlace si nadie sabe cómo actuar. Te explicamos qué hacer.
Los atragantamientos son muy frecuentes, casi siempre se resuelven solos pero a veces, puede tener un desenlace fatal.
Si la víctima del atragantamiento puede toser, es mejor, para dejar que el reflejo natural de la tos haga su trabajo. En contra de las creencias, es muy importante no palmear la espalda de la persona atragantada si está de pie o sentada, pues el cuerpo extraño podría desplazarse aún más adentro.
Sin embargo, si la tos no está surtiendo el efecto y la persona se debilita, puedes ayudarla a doblarse por la cintura e inclinarse hacia delante, para darle a continuación algunas palmadas enérgicas entre los omóplatos.
Si estas medida no funcionan, es hora de hacer la maniobra de Heimlich, que también procede cuando la víctima no puede toser.
MANIOBRA HEIMLICH