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Historia de una familia en el INCICh

CARAS VEMOS, CORAZONES SUFRIENDO NO SABEMOS: La presencia del familiar del paciente hospitalizado

Autora: Mtra. Norma Elia González Flores

La vida nos pone pruebas a lo largo de toda nuestra existencia, pruebas de vida de diferente índole que pueden ser temporales y fáciles de superar o bien, tan complejas y difíciles que la persona amerita un respaldo mediante una red de apoyo. En este sentido, la experiencia de un familiar que acompaña en la etapa crítica de la enfermedad a cada paciente que solicita servicios de salud, se torna un elemento indispensable a considerar en la atención y seguimiento de la terapéutica del paciente. Las instituciones marcan la normatividad, lineamientos y procesos específicos para definir el momento, tiempo y grado de participación que tendrá cada familiar durante este proceso; por ende, al lado de un paciente siempre estará un familiar .

¿Quién no ha vivido una experiencia de este tipo? ¿Quién no ha acompañado a un paciente como familiar responsable en el proceso hospitalario? Esta visión empática debe permear y ser una característica de la atención en todas las instituciones de salud, no solo por ser un derecho del paciente y la familia, sino también por el deber ser y el componente ético del equipo multidisciplinario de salud.

Aunado a las ideas anteriores cuando discernimos en la historia natural de la enfermedad del paciente que enfrenta una condición crónica, no debemos perder de vista la historia de vida de la familia con cada una de sus limitantes, angustias y pérdidas. En consecuencia, parte de esta historia que muchas veces permanece oculta a nuestros ojos y tal vez, a nuestro entendimiento en un contexto integral puede favorecer que nuestra óptica sea diferente al del familiar.

Lo anterior me hace resaltar al Sr. Horacio padre de familia de una menor atendida en este centro, ejemplo de lucha y tenacidad para buscar la atención medica que requería su hija, nos comparte que en el hospital de su localidad denominada Nueva Palestina en el estado de Chiapas aproximadamente a 5 horas de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, fue el primer contacto de atención médica que recibió su hija cuando detectó que algo le pasaba en el año 2005; cuando Domi tenía 4 años. Este año se conjuntaron una serie de factores para que el Sr. Horacio y su familia vivieran una situación crítica por el paso del ciclón Stan el cual afectó seriamente sus tierras de cultivo y medio de subsistencia de la familia, la parte económica fue golpeada fuertemente y fue el principal factor que dificultó el seguimiento médico de Domi, el cual se prolongó por años; sin embargo, los síntomas de Domi se hacían más evidentes por lo que en su desesperación y amor de padre, lo hicieron buscar, nuevamente, la atención médica que necesitaba su hija.

 

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