Existen alrededor de 750 especies de higueras en todo el mundo, todas pertenecientes al género Ficus.
El higo es un fruto de gusto dulce que muchas personas disfrutan a menudo, sin embargo, hay otras que ni siquiera se han animado a integrarlo a su dieta. Es uno de los productos del campo que tienen una temporada corta, por esta razón hay que aprovechar todas sus propiedades nutricionales y gastronómicas.
El higo es producido mundialmente en países como Turquía, Egipto y Marruecos, en la antigüedad, era muy popular en Grecia.
Se considera que el higo fue introducido por los misioneros franciscanos españoles, quienes colocaron diversas plantas en los atrios de las iglesias en algunos estados como Hidalgo, Guanajuato, Morelos, San Luis Potosí o Zacatecas. Actualmente estos árboles se pueden encontrar en la mayoría de los estados del país.
Los higos tienen un sabor único; es dulce, de textura suave y a la vez crujiente, tienen una piel delgada y su color depende del tipo de higo, pueden ser de color verde, morados o azules y negros, que son los más comunes.
La versatilidad que tiene el higo además de sus propiedades nutricionales, lo hacen un alimento cotizado y de alta cocina. Aportan energía, pues son ricos en hidratos de carbono, cuidan el intestino gracias a su alto contenido de agua y fibra, favorecen la densidad ósea, ayudan a controlar la hipertensión pues contiene potasio y magnesio.
Entre otros de sus beneficios se encuentra:
- Ayuda a reducir la presión arterial alta.
- Facilita el proceso de digestión y contribuye a la pérdida de peso.
- Son una buena fuente de azúcares naturales.
- Aporta antioxidantes.
- Contribuye a reducir los niveles de colesterol malo (LDL) en la sangre.
- Protege contra la degeneración macular
Recuerda que el consumo de cualquier alimento debe hacerse siempre con moderación.
