Autor: L. A. José Luis Hernández Tlapala
El Instituto Nacional de Cardiología ha expresado desde su fundación el carisma que le infundió el maestro Ignacio Chávez, no sólo como centro de excelencia de la especialidad Cardiología para la atención de pacientes desde el punto de vista médico y científico, sino también por su acompañamiento con calidad y calidez para el ser humano, es decir, cada uno de quienes tienen la necesidad de buscar consuelo en sus instalaciones.
Esto es algo de lo que ha hecho que no sólo quienes se atienden medicamente, sino toda la comunidad institucional, médicos, enfermeras, investigadores, docentes y personal administrativo y de servicios, consideren a Cardio como un segundo hogar, es decir, como la Casa de Trabajo que pretendió el doctor Chávez. Este sentido humano se expresa en todos los ámbitos de atención del Instituto, que son reconocidos nacional e internacionalmente, pero al interior lo hace en las tradiciones y costumbres que lo engalanan en épocas especiales, como el Día de Muertos y, particularmente, en Navidad.
Es así que desde los años cincuenta, se lleva a cabo el tradicional Recorrido Navideño, en el que el Director General, acompañado de su cuerpo directivo y sus familias, así como de un numeroso grupo de trabajadores, recorren todo el edificio de hospitalización pocos días antes de la Noche Buena, para llevar un poco de alegría y consuelo a todos los pacientes que, por su estado, tienen que permanecer durante esos días en una cama de hospital. El grupo que visita a todos y cada de los pacientes, incluyendo los que se encuentran en Urgencias, se enriquece con la participación del coro del Colegio Francés, así como de alumnos de la Escuela de Enfermería caracterizados como José y María con el Niño Jesús y un ángel, así como, en ocasiones, de Santa Claus o los Reyes Magos.
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