La moringa es originaria del norte de India, Etiopía, Filipinas y Sudán, aunque abunda en muchos países tropicales y subtropicales.
La planta se cultiva en África, Asia tropical, América Latina y el Caribe, Florida y las islas del Pacífico.
La Moringa oleifera, también llamada “marango”, es la especie con más valor económico y crece en los alrededores del Himalaya, pero se cultiva extensamente en los trópicos, explica la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, en inglés).
Según el Centro Internacional para la Investigación Agroforestal (ICRAF, por sus siglas en inglés), la moringa es un árbol de hoja caduca que puede medir hasta 8 metros de alto.
Se abre, por lo general, en forma de paraguas y produce flores durante el año de dulce olor.
Las hojas, contienen alto contenido de calcio y hierro, se usan como equivalente de las espinacas, agrega la ICRAF.
También contienen altas dosis de cistina y metonina, un tipo de aminoácidos que a menudo escasean.
La moringa contiene muchos compuestos saludables como:
- vitamina A
- vitamina B1 (tiamina)
- B2 (riboflavina)
- B3 (niacina), B-6
- folato y ácido ascórbico (vitamina C)
- calcio
- potasio
- hierro
- magnesio
- fósforo
- zinc
También es extremadamente baja en grasas y no contiene colesterol dañino. Se cree que la moringa tiene muchos beneficios y sus usos van desde la salud hasta la belleza.