De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), en México el cáncer de próstata es el tipo de cáncer más mortífero entre los hombres (9.8 muertes por cada 100 mil hombres).
El cáncer de próstata se origina por un crecimiento descontrolado de las células de la próstata. La próstata es una glándula con forma de nuez ubicada debajo de la vejiga y delante del recto en los hombres. Es la encargada de producir el líquido seminal que nutre y transporta el esperma.
Los principales síntomas del cáncer de próstata son los siguientes:
- Demora al comenzar a orinar.
- Esfuerzos al orinar.
- Disminución de la fuerza e intensidad del chorro miccional.
- Incremento en la frecuencia al orinar. La vejiga no se vacía por completo.
- Pérdida de peso.
- Disfunción eréctil.
- Presencia de sangre en la orina y el semen.
- Dolor en la cadera, columna vertebral, costillas y otras áreas.
- Debilidad o adormecimiento en las piernas y los pies.
El diagnóstico del cáncer de próstata es efectuado por un médico especialista (urólogo). Se realiza una evaluación física mediante tacto rectal, así como la medición de valores en sangre denominada Antígeno Prostático Específico (APE).
La edad y los antecedentes familiares de primera línea (padre, hermanos, tíos paternos) son los principales factores de riesgo de esta enfermedad. Es recomendable que la población masculina, mayor de 40 años de edad, acuda a efectuarse controles médicos preventivos y regulares de la próstata. El diagnóstico precoz del cáncer de próstata permitirá que el tratamiento de esta enfermedad sea menos invasivo.
El cáncer de próstata es curable si se diagnostica a tiempo. Para ello es de vital importancia que la población masculina acuda a efectuarse chequeos prostáticos preventivos y regulares.
El 11 de junio se conmemora el día mundial del cáncer de próstata, con ello se busca sensibilizar y concienciar a la población masculina, acerca de la importancia del diagnóstico precoz del cáncer de próstata y la aplicación del tratamiento respectivo.