Autoras: Dra. Agustina Cano Martínez 1y Biól. Lourdes Valencia Juárez 1
1 Departamento de Fisiología
La vida de la mayoría de los animales, desde la embriogénesis hasta la edad adulta, depende, segundo a segundo, de la función ininterrumpida del corazón. Por lo que no es de extrañar que las enfermedades cardiacas puedan tener consecuencias catastróficas y que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, éstas sean la principal causa de muerte en adultos a nivel mundial.
Existen varias situaciones que pueden ocasionar daño al corazón, las cuales incluyen enfermedad isquémica coronaria, hipertensión, estrés crónico, mutaciones genéticas y quimioterapia, entre otras. Lo que tiende a tener como desenlace la función reducida o la pérdida de las células cardiacas o cardiomiocitos.
Cuando hay daño o pérdida de células, el organismo se defiende de diferentes formas, entre las que se encuentran la reparación o regeneración del tejido dañado. Esta respuesta es diferente dependiendo del tipo de organismo (mayor en invertebrados, peces y anfibios; menor en aves y mamíferos), así como del estado de desarrollo (mayor en estado embrionario y menor en adulto). Por ejemplo, el pez cebra, el tritón y el ajolote (Ambystoma mexicanum) conservan la capacidad de regeneración tisular aún en la vida adulta.
El ajolote es un tipo particular de anfibio urodelo, con cuerpo alargado, branquias, cuatro patas, aleta dorsal y cola. Se le reconoce como un anfibio neoténico, es decir, que conserva rasgos de su estado larvario en la vida adulta (apariencia juvenil, capaz de reproducirse y envejecer sin metamorfosis y viviendo siempre en al agua). El Ambystoma mexicanum ha sido modelo de estudio en la regeneración de diferentes tejidos, entre los que se encuentra la regeneración de tejido cardiaco. Hace algunos años, en el Instituto Nacional de Cardiología realizamos un estudio en el cual demostramos que el ajolote es capaz de regenerar tejido cardiaco mediante la formación de nuevos cardiomiocitos, junto con la recuperación funcional del corazón, después de haberle eliminado el ápice completo.
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