Comer sano permite conseguir y mantener el funcionamiento óptimo del organismo, reduciendo el riesgo de padecer enfermedades. También asegura la reproducción, la gestación, la lactancia, el crecimiento y el desarrollo óptimo de las personas.
Las mayores ventajas de una vida saludable están a largo plazo ya que nos ayudan a prevenir enfermedades no transmisibles que, a día de hoy, se están extendiendo a gran velocidad. Estas enfermedades son la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y los accidentes cerebrovasculares e incluso el cáncer.
De acuerdo a diferentes guías alimentarias, una alimentación saludable deberá centrarse en lo siguiente:
- La ingesta de calorías debe ser suficiente para alcanzar y mantener un peso saludable.
- Se debe asegurar el consumo de fibra en cada tiempo de comida (25 a 30 gr al día).
- El consumo de cereales se recomienda que sea de preferencia de granos enteros y sin derivados de azúcares.
- Elegir los lácteos y derivados bajos en grasa o libres de grasa.
- Incluir el consumo de una amplia variedad de leguminosas: frijoles, garbanzos, lentejas, habas, garbanzos y chícharos, por su contenido en fibra y proteínas de origen vegetal.
- Preferir el consumo de carnes magras, pescado y aves, como pavo y pollo sin piel.
- Incluir el consumo de oleaginosas como nueces, almendras, cacahuates, pistaches, con moderación y sin sal.
- Limitar el consumo de embutidos o alimentos enlatados, ahumados y preparados directamente al carbón (leña).
- Restringir el consumo de sal a menos de 2300 mg al día (es menos de una cucharadita cafetera).
- Preferir los alimentos y las bebidas sobre los suplementos alimenticios como la principal fuente de nutrimentos para cubrir la ingesta diaria recomendada (IDR) por edad, sexo y etapa de crecimiento.
Si decides que tu alimentación sea saludable supondrá un cambio en tu vida (en mayor o en menor grado según cómo sea tu alimentación actual), en tu forma de ver los alimentos o de preparar tus platos.
Una alimentación saludable no es comer solamente frutas y verduras. Forma parte de un estilo de vida saludable, en donde cada día se fortalecen las decisiones que llevan a ese estilo de vida.