Los frutos secos, son aquellos que carecen de jugo. Se trata de frutos con una cáscara muy dura que presentan un porcentaje de agua inferior al 50%.
Un estudio publicado en Food and Function señala que los frutos secos son fuentes de antioxidantes, además de ser ricos en grasas saludables o insaturadas. No solo eso, contienen ácidos grasos oleicos y linoleicos, además de los tan populares omega 3.
Estos componentes de los frutos secos equilibrarían los niveles de colesterol en sangre, según señalan diferentes investigaciones. Se convertirían, en consecuencia, en protectores del sistema cardiovascular, reduciendo el riesgo de padecer ataques al corazón.
Algunos de los principales frutos secos son:
>Almendras contienen vitamina E, además de aportar antioxidantes que, como hemos señalado anteriormente, combaten a los radicales libres protegiéndonos de diversas enfermedades.
>Nueces contienen ácidos grasos omega 3, entre sus beneficios destacan que mejorarían los niveles de colesterol, protegerían el corazón y aliviarían los síntomas de la depresión, tal y como se evidencia en algunos estudios.
>Pistaches contienen nutrientes que ayudarían a reducir los riesgos de padecer degeneración macular por la edad, principal causa de la ceguera en los ancianos.
>Avellanas su aporte de antioxidantes previene enfermedades del corazón y degenerativas, como el alzhéimer. Por otra parte, por su contenido de folatos es altamente recomendable para mujeres embarazadas, ya que los mismos contribuyen al proceso de división celular.
Sobre cuánto debemos consumir, la Fundación Española del Corazón recomienda de 3 a 7 raciones por semana, teniendo en cuenta que cada ración se considera de 20-30 gramos. Los frutos secos son una serie de alimentos caracterizados por su alto contenido nutricional pero ojo, también calórico.