Mtra. Patricia Yolanda Padilla Jasso,
Dr. Juan Luis García Benavides
Desde que la Organización Mundial de la Salud emitió en enero la declaración de alerta sobre casos de neumonía provocados por un coronavirus, han transcurrido 7 meses. Desde entonces la pandemia se ha extendido a prácticamente todas las regiones del mundo. Los gobiernos de los países, las comunidades internacionales de investigación y de salud comenzaron a recibir reportes técnicos sobre las medidas preventivas, de contención y control relacionadas con la contingencia epidemiológica. En marzo de 2020, la forma a través de la cual se envió información científica y se alertó a la población en general fue a través de los medios de comunicación, de la telefonía móvil y por supuesto de las redes sociales digitales.
Así, la presencia del nuevo coronavirus ha generado una serie de transformaciones sin precedentes en el ámbito social, económico, político, cultural, educativo, de salud y por supuesto tecnológico. La educación en las ciencias de la salud, no es ajena a esta condición y es a partir de esta circunstancia que se ha observado un incremento en el uso de estrategias para continuar con el aprendizaje basado en las tecnologías de la información. A partir de ello, se ha demostrado que los beneficios que el uso de la TIC puede ofrecer, sin duda, son ilimitados y con el advenimiento de la pandemia por el COVID-19 esto se ha confirmado.
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