Los trastornos de la alimentación, también conocidos como trastornos de la conducta alimentaria, son enfermedades graves que se caracterizan por trastornos importantes de las conductas de alimentación de una persona. Las obsesiones con la comida, el peso y la forma corporal pueden ser señales de un trastorno de la alimentación. Estos trastornos pueden afectar la salud física y mental y, en algunos casos, pueden ser potencialmente mortales.
Los trastornos de la alimentación más comunes incluyen la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno alimentario compulsivo.
El trastorno alimentario compulsivo ocurre cuando la persona pierde el control sobre lo que come. A diferencia de la bulimia nerviosa, los episodios de apetito desenfrenado no les siguen purgas, exceso de ejercicio o ayunos. Por esta razón, las personas con el trastorno a menudo tienen exceso de peso.
Los síntomas incluyen:
- Consumir cantidades inusualmente grandes de alimentos en un período específico de tiempo, como un período de 2 horas.
- Comer rápido durante los episodios de apetito desenfrenado.
- Comer incluso cuando está lleno o no tiene hambre.
- Comer hasta estar tan lleno que se siente incómodo.
- Comer solo o en secreto para evitar sentirse avergonzado.
- Tener sentimientos de angustia, vergüenza o culpa por comer.
- Hacer dietas frecuentemente, posiblemente sin perder peso.
Es importante obtener tratamiento temprano para el trastorno, las personas con este trastorno tienen un mayor riesgo de suicidio y complicaciones médicas.
El plan de tratamiento puede incluir la psicoterapia, la atención médica y su seguimiento, asesoramiento nutricional, o una combinación de estas formas de tratamiento. Los objetivos del tratamiento incluyen restaurar una nutrición adecuada, logar un peso saludable, detener las conductas de tener atracones.
