La mayoría de las personas estamos ocupadas tomando acción, y rara vez analizamos qué es exactamente lo que determina nuestra motivación; por lo que cuando hay algo que queremos solucionar, y nuestra fuerza de voluntad no es suficiente, nos encontramos varados sin saber cuál es esa motivación que nos impulsaría realmente a lograr el cambio.
Descubrir qué es lo que nos motiva en nuestro interior es un trabajo difícil, pues siempre intentamos que sea lo externo a nosotros lo que nos motive. La motivación, sin embargo, nace de nosotros mismos en una porción muy significativa.
A menudo oímos lo importante que es estar motivado para lograr lo que uno se propone. Más, en tiempos complejos, parece que hace falta doble dosis de motivación para llegar a donde se desea.
La motivación es un proceso que pasa por varias fases. Inicialmente la persona anticipa que se va a sentir bien (o va a dejar de sentirse mal) si consigue una meta. En un segundo tiempo, se activa y empieza a hacer cosas para conseguir dicha meta. Mientras vaya caminado hacia ella, irá evaluando si va por buen camino o no. Y por último, disfrutará del resultado.
Te compartimos algunos pasos que consideramos son necesarios para mantenerte motivado, en lograr cualquier propósito:
- Divide tu meta final en pequeñas submetas.
- Nunca pierdas de vista tu objetivo, cuando aparezcan inconvenientes, asúmelos como parte del proceso.
- Autocontrolate, oblígate a hacerlo, no pienses en si tienes ganas de hacerlo o no.
- Aprovecha los días en los que te encuentres con más energía para hacer las cosas que te cuestan.
- Fíjate en la parte que llevas conseguida, no en la que te queda por conseguir.
- Disfruta del camino.
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