Es necesario el acercarnos con los pequeños de la casa para hablar sobre lo que está sucediendo respecto a Coronavirus.
Siempre es preferible que los adultos sean quienes den la información. Cuando hablemos con niños, es importante recordar dos aspectos:
– Debemos adaptarnos a su edad y a su madurez. La edad del niño puede darnos una orientación sobre su capacidad para comprender determinados conceptos, pero no podemos olvidar que la madurez de cada persona es un aspecto individual.
-Todo aquello que les digamos debe ser cierto. Esto implica que si no conocemos todos los datos ni tenemos todas las respuestas, es mejor ser sinceros y reconocer que no lo sabemos.
El objetivo principal es reducir su sensación de ansiedad y calmarlos, si no sabemos cómo empezar la conversación, es útil tener presente que es mejor preguntar qué saben ellos antes de abordar el tema directamente.
Durante la explicación pueden ponerse nerviosos o sentir miedo y debemos dejar espacio para la expresión emocional así como reconducir aquellas reacciones descontroladas que no les ayuden.
Al final, proporcionaremos un espacio para responder a sus preguntas o les diremos que en un periodo de tiempo determinado les preguntaremos si lo han comprendido todo o si quieren exponernos alguna duda concreta.
Nos debemos mostrar siempre abiertos a resolver dudas, compartir reflexiones o acoger emociones de los menores.
Es indispensable establecer rutinas que le proporcionen seguridad y estabilidad dentro de una situación nueva e incierta. Estas rutinas incluirán las diferentes comidas del día, el momento de higiene personal, los imprescindibles espacios de juego y ocio, los momentos de estudio, las horas para hablar con el resto de la familia o con amigos y las horas de descanso. Para que los niños sean partícipes del proceso de aislamiento, podemos construir esta agenda o calendario de manera conjunta, con colores y dibujos que les estimulen y les ayuden a comprender todo lo que irá sucediendo los próximos días.