Según la Asociación Médica Mundial, es un “acto deliberado de poner fin a la vida de un paciente, sea por voluntad propia o a petición de sus familiares”.
La eutanasia es la intervención voluntaria que acelera la muerte de un paciente terminal con la intención de evitar sufrimiento y dolor del individuo.
Existen diferentes dos tipos de clase de eutanasia directa, la cual, es el proceso de adelantar la muerte de una persona que tiene una enfermedad incurable.
- Activa, que básicamente consigue la muerte del enfermo mediante el uso de fármacos que resultan letales.
- Pasiva, que consiste en la consecución de la muerte mediante la suspensión tanto del tratamiento médico que tenía.
En el año 2017 México estuvo a punto de convertirse en el séptimo país del mundo en legalizar la eutanasia o muerte asistida, al ser recogido el derecho a una muerte digna dentro de la Constitución de Ciudad de México.
A pesar de la inclusión del párrafo sobre el derecho a la muerte digna en la Constitución de Ciudad de México, en el país latinoamericano la práctica de la eutanasia todavía no está reconocida como legal.
Algunos datos son:
– El 59 % de los mexicanos cree que debería estar permitido administrar la eutanasia en el caso de una enfermedad terminal que no se pueda curar. Esta cifra aumenta hasta el 69 % en la capital del país.
-Los jóvenes son los más abiertos respecto a este tema: el 67 % de los menores de 25 años está a favor de la muerte asistida. En los grupos de edad más altos el porcentaje disminuye, llegando hasta un 41 % en el caso de los mayores de 55 años.
La eutanasia despierta todo tipo de debates éticos, sus defensores aseguran que evita el sufrimiento de la persona y que rechaza la prolongación artificial de la vida que lleva a situaciones que son indignas. Los oponentes, en cambio, consideran que nadie tiene derecho a decidir cuándo termina la vida del prójimo.
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