Este año cumplo 10 años como estudiante de medicina.
Aquí lo que creo que tenemos que cambiar
Autor: Dr. Diego Araiza Garaygordobil
Jefe de residentes
Este año cumplo 10 años como estudiante de medicina. He pasado por todos las etapas: estudiante, pre-interno, interno, pasante del servicio social y residente, y en estos 10 años puedo recopilar muchas cosas que creo tienen que cambiar para que la educación de los médicos del mañana sea mejor.
1. Ser expertos en tecnología
Las escuelas de medicina necesitan una asignatura dedicada a avances de tecnología aplicada en salud. Y no me refiero a hablar más sobre la resonancia magnética o el PETCT, pues éstos ya son parte de la educación médica actual. Me refiero a una asignatura dedicada a la tecnología, donde se enseñe al médico a conocerla, manejarla y aplicarla como un motor de salud, para beneficio de los pacientes y del mismo médico.
Los ejemplos son muchos: usar el Internet y las redes sociales como fuente de educación para el paciente. Usar aplicaciones de smartphones y tablets para recordar al paciente tomar sus medicamentos o salir a caminar, medir su glucosa capilar o tomar su presión arterial. Usar wearables para medir la cantidad de pasos al día, las horas y calidad de sueño o para registrar los signos vitales de forma continua. Píldoras inteligentes para aumentar el cumplimiento con su régimen de medicamentos, etcétera.
El panorama es muy amplio en el presente y en los siguientes años será inmenso. Podemos hacer cosas increíbles como cuantificar el agua total pulmonar para ajustar la dosis de diurético en nuestros pacientes con insuficiencia cardíaca o medir de forma continua la glucosa de nuestros pacientes diabéticos, a través de un sensor-tatuaje (sin más pinchazos en los dedos). El presente nos muestra un futuro que antes sólo imaginábamos en sueños y el médico tiene que estar ahí para ser un experto.
2. Menos de director y más de consejero
Con la revolución del Internet y la era digital, los pacientes de hoy saben más de sus enfermedades, tratamientos y de sus opciones de salud. Es necesario que el médico sea flexible y comprenda la evolución de su papel dentro del proceso salud-enfermedad: un papel donde cada vez tiene menos de “director” y más de “consejero”.
No podemos cuidar a un paciente los 365 días del año con una visita de 20 minutos. El papel activo que el paciente tiene en su propio cuidado es una forma para mejorar sus propios desenlaces.
Tecnología / redes sociales / acceso a la información / medicina. El papel del paciente es cada vez más activo dentro de su propio cuidado.
“Los pacientes son el recurso menos utilizado dentro del cuidado de los pacientes”. Las nuevas generaciones de médicos tienen que estar ahí para entender y apoyar a sus pacientes en una incursión cada vez más activa en el proceso de su salud.
¿Cómo? Recomendando fuentes de información, aplicaciones con información válida y útil, sitios web certificados, redes sociales de pacientes, etcétera.
Continua leyendo este articulo en la Revista de Motu Cordis en la sección La Visión del Residente
*Originalmente publicado el 12 de febrero del 2016 en Medium.