Autora: Dra. Liliana Estefanía Ramos Villalobos
Residente de Electrofisiología
Cuántas veces nos hemos preguntado, en diferentes etapas y momentos: ¿cuál es mi objetivo en la vida?, ¿qué puedo hacer para que el mundo sea diferente?, ¿acaso puedo hacer algún cambio?, ¿existe algo que pueda hacer por los demás? Entre muchas otras más…
Creo que estos cuestionamientos no son más que el reflejo de la juventud del alma y del espíritu, es una necesidad de hacer un cambio radical en la vida y en el mundo, sin esperar nada a cambio, más que, tal vez, una sonrisa.
Déjenme platicarles que yo me planteé algunas de estas preguntas durante mi primer año de entrenamiento en Electrofisiología. Dentro de la rutinaria consulta del día a día, entre el paciente con infarto de miocardio que cursó con muerte súbita, la paciente con lipotimias por disautonomía, la niña con QT largo, el paciente con cardiopatía dilatada, que es referido para determinar si requiere un dispositivo, la paciente con palpitaciones por extrasístoles ventriculares, etc.; comencé a notar dos comentarios repetitivos en todos mis compañeros hacia los pacientes: ¿usted sabe dar maniobras de resucitación? ¿Sabe qué hacer si su familiar se desmaya?.
La respuesta, como adivinaron, era no… y ahí comenzó todo. ¿Cómo era posible que los familiares y los pacientes que tienen mayor probabilidad de requerir maniobras de resucitación no las conocieran? ¿Con qué cara les llamamos la atención a los familiares por su falta de conocimiento, si nosotros no hacemos nada al respecto? Citando a San Buenaventura (1260), quien en sus reflexiones caracteriza a la Muerte como “indeterminable, inevitable e irrevocable”, hoy en día sabemos que contamos con maniobras y tecnologías que pueden modificar el resultado último de este tipo de eventos.
Entonces, inspirada por uno de los numerosos pensamientos célebres del Maestro Ignacio Chávez: “Necesitamos crear nosotros mismos, hacer ciencia nosotros mismos y no pasarnos la vida rezando las verdades y los errores que nos legaron otros…”. Lleve a cabo lo siguiente: primero, pedí el apoyo y autorización al Jefe del Departamento de Electrofisiología, Dr. Pedro Iturralde, para armar un curso de reanimación cardiopulmonar dirigido a pacientes y familiares.
Para consultar más de este artículo consulta Motu Cordis en la sección de la visión del residente.
