Juan Carlos Bravata-Alcántara,1 Miguel Pérez-Facio,1 Montserrat Ruiz-Santana,1 Wendy
Daniela Jauregui-Morales,2 Gustavo Acosta-Altamirano3, Mónica Sierra-Martínez4
RESUMEN
Candida es una levadura que se encuentra comúnmente en la vagina como parte del microbioma normal, pero por razones desconocidas cambia de ser un organismo comensal a uno patógeno, ocasionando la candidiasis vulvovaginal (CVV) y si se experimentan ≥3 episodios de dicha infección, en ≤12 meses se define como Candidiasis Vulvovaginal Recurrente (CVVR), la cual representa una baja calidad de vida para las mujeres que la padecen, afectando a 138 millones anualmente en todo el mundo, además de una carga económica importante. Por ello, en los últimos años se han realizado múltiples estudios para comprender su etiología, dentro de sus factores desencadenantes se encuentra el desequilibrio del microbioma vaginal, las mutaciones genéticas que afectan el desempeño del sistema inmune, el tipo de especie de Candida presente, así como un tratamiento deficiente.
Palabras clave: candidiasis vulvovaginal, Candida albicans, candidiasis
INTRODUCCIÓN
Candida es una levadura que se encuentra comúnmente en la vagina como parte del microbioma normal sin causar síntomas (Cooke et al., 2022), habitando en más de 30% de las personas sanas durante su vida (Rosati et al., 2020), pero por razones en gran parte desconocidas cambia de ser un organismo comensal a uno patógeno (Cooke et al., 2022) debido a su crecimiento excesivo que puede desencadenar una infección sintomática (Neal y Martens, 2022) conocida como candidiasis vulvovaginal (CVV) (Cooke et al., 2022), la cual se considera la segunda infección vaginal más común (afectando entre 75-80% de las mujeres al menos una vez en la vida) y se caracteriza por picazón vulvar, ardor, dolor al orinar y flujo vaginal (Rosati etal., 2020). Por otro lado, si se experimentan ≥3 episodios de dicha infección, en ≤12 meses se define como Candidiasis Vulvovaginal Recurrente (CVVR) (Martens et al., 2022) representando efectos negativos en la vida diaria de las mujeres que pueden llegar a ser significativos, por ejemplo, éstas tienen más probabilidades de informar signos de agotamiento, estrés emocional y físico (Cooke et al., 2022), disminución de la autoestima, más probabilidades de sufrir depresión clínica, además de ansiedad y miedo con respecto a las interacciones sociales, las citas y la evitación de la actividad sexual (Neal y Martens, 2022).
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