Autora: Mtra. Norma Elia González Flores
Jefe de Departamento de Apoyo Vital de la Dirección de Enfermería
DE MUJER A MUJER…
Porque te veo y me reflejo en ti, porque te miro y comprendo que este momento podría ser difícil para ti, pero llegas y entregas una dulce mirada revestida de una sonrisa que transmite confianza y amabilidad, lo que sé es que hoy estuviste aquí y con tu presencia cambiaste mi momento, me escuchaste y entendiste que hoy me levanté triste y preocupada o quizás identificaste que necesitaba unas palabras de aliento para aferrarme a la fe y esperanza de regresar con los míos, a mi añorado entorno familiar, hoy quiero decirte que tu cuidado y tu presencia hacen que te valore por tu sensibilidad y cariño hacia los demás. Los roles cambian y hoy eres una mujer que dona un valioso tiempo en el hospital para consagrarte al otro, sin ninguna intención más que ayudar y hacer este entorno humano, cálido y llevadero; pero también eres madre que vela por sus hijos, por tu familia y debes dividir tu amor y tiempo para responder a estos compromisos en uno con más derecho y cariño, y en el otro con una gran voluntad de servir; sólo te pido que también te des un tiempo para ti, para que vivas y hagas lo que anhelas y sueñas, que dejes volar tu mente, te detengas para respirar y tomar un fresco aliento que inunde todo tu ser. Para que explores en toda la dimensión de la palabra quién eres. Te sorprenderás lo que yo veo en ti. Mujer voluntaria mereces mi respeto y admiración por el simple hecho de ser mujer, por ayudarme, por trascender en mí dejando ese legado como ejemplo para las nuevas generaciones.
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