Manuel Enrique Romero Piña1, Gerardo Andrés Alba Jasso2, Lorena Patricia Ferrer Arreola3,
Víctor Manuel Vargas Hernández4
RESUMEN
ANTECEDENTES. El síndrome genitourinario de la menopausia es una condición clínica crónica y progresiva; asociada a la disminución de estrógenos. Afecta a 84% de las mujeres en este grupo de edad. El objetivo de este artículo es aumentar el conocimiento actual y la comprensión, para que los profesionales de la salud puedan impactar en la calidad de vida de las pacientes que lo padecen. MATERIAL Y MÉTODOS. Se realizó una revisión narrativa de la literatura; a través de plataformas digitales de PubMed, Medline y Google Scholar de artículos realizados de 2014 a 2021, escritos en inglés y español. RESULTADOS. El diagnóstico del síndrome es clínico y las pruebas de laboratorio son generalmente innecesarias. Los objetivos terapéuticos son: mejoría de los síntomas, restauración de los cambios anatómicos vulvovaginales, la fisiología urogenital y recuperar la función sexual. Las opciones de tratamiento incluyen, además de la terapia hormonal local y sistémica, cambios de estilo de vida y tratamientos no hormonales basados principalmente sobre el uso de humectantes y lubricantes. DISCUSIÓN. Existen grandes dificultades para identificar los cambios asociados a la atrofia, falta de estandarización en los métodos diagnósticos objetivos y subjetivos, dificultad en la comunicación médico-paciente, así como reconocimiento de la sintomatología por la mujer. Lo cual retrasa el diagnóstico e impacta directamente en la calidad de vida. Por lo que la actualización y estandarización sobre los métodos diagnósticos y tratamiento médico oportuno son esenciales para limitar la progresión de los cambios atróficos. Palabras clave: síndrome genitourinario de la menopausia, atrofia vulvovaginal, hipoestrogenismo, dispareunia, disfunción sexual, terapia vaginal con estrógenos, lubricantes vaginales y humectantes.
ANTECEDENTES
A medida que aumenta la esperanza de vida, las mujeres pasan más años en menopausia. Todos los sistemas de órganos se ven afectados por el envejecimiento, incluido el tracto urogenital.1 La atrofia vulvovaginal se definía como la involución crónica y progresiva de los tejidos de la vulva y vagina, consecuencia de la pérdida de estrógenos durante la menopausia. Este concepto se modificó en 2014 por la International Society for the Study of Women´s Sexual Health (ISSWSH) y la North American Menopause Society (NAMS), por una nueva y más amplia definición, el síndrome genitourinario de la menopausia, afectando a 84% de las mujeres en ese grupo de edad.1,2
Te invitamos a leer más en la Revista de Enfermedades del Tracto Genital Inferior.