Autora: Mtra. Norma Elia González Flores
Jefe del Departamento de Apoyo Vital
Con nada se puede comparar la tranquilidad que emana el rostro dormido de un pequeño recién nacido, es inevitable que la familia irradie una gran felicidad cuando al despertar descubren su mirada, contemplan su sonrisa, interpretan sus gestos y aprenden a detectar sus necesidades mediante el llanto. Todo lo que gira entorno al cuidado del bebé requiere de amor, sensibilidad, comprensión, paciencia y dedicación para garantizar el respeto a su persona, su integridad y sus derechos; mismas características del cuidado se requieren en el medio hospitalario cuando el bebé necesita ser atendido por cualquier motivo.
Una de las principales causas de morbi-mortalidad de la población pediátrica son las cardiopatías congénitas, para atender esta alta demanda; el Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez representa una institución de alta especialidad para atender enfermedades cardiovasculares incluyendo las congénitas, tiene el gran compromiso de ofrecer atención con altos estándares de calidad que requieren el uso de recursos tecnológicos de vanguardia, pero sin comprometer el trato humano de los servicios; en este sentido, y en torno a la atención de los pacientes pediátricos, se cuenta con un equipo multidisciplinario comprometido y redes de apoyo para operar diversas líneas de trabajo y tratar de cubrir las necesidades de los pacientes y su familia en diferentes esferas.
1. Acompañamiento: Durante la hospitalización del paciente recién nacido o lactante menor con cardiopatía congénita, el equipo de tanatólogas proporciona sesiones de acompañamiento a la madre, padre o tutores, con la finalidad de ofrecer contención emocional que facilite la interacción y contacto con el bebé; este acompañamiento se proporciona durante todo el periodo de hospitalización o posterior a él, según las necesidades.
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