ARTICULO

Técnicas utilizadas en la de detección de VPH y prevención del cáncer de cuello uterino

Marianela Centeno Flores* Kathy Flores Barrios**

RESUMEN

El cáncer del cuello uterino (CaCu) representa un problema de salud pública a nivel mundial. Sin embargo, su distribución poblacional está altamente relacionada con el estatus económico. Actualmente es la segunda causa de muerte por cáncer en México de los tumores ginecológicos y noveno lugar de todos los tipos de cáncer; según Globocan, en México para el 2020 se reportaron 9 439 casos (4.8%).1 Estudios realizados en la población mexicana han encontrado que la distribución del virus del papiloma humano (VPH) en el país es mayor en el sur de México con una tasa de 15.4-17.5 y una prevalencia del VPH 16 en dos de cada tres mujeres mexicanas.2

Actualmente, se asocia a 70% de los casos de CaCu, su etiología es por el VPH de alto riesgo, principalmente 16-18.1 En 1983, en el Instituto de Virología de la Universidad de Friburgo, se descubrió que existe una fuerte asociación entre el VPH y el desarrollo de CaCu.2 La hipótesis de que el VPH es causante del cáncer de cuello uterino permitió realizar una búsqueda del mecanismo de carcinogénesis y caracterización del virus y posteriormente el desarrollo de vacunas y pruebas que nos permitan realizar la detección de éste. Dicho descubrimiento fue la principal razón para otorgar el premio Nobel de Medicina y Fisiología, en 2008, al virólogo Harald Zur Hausen.3 En la actualidad, estos avances nos han permitido un diagnóstico y tratamiento adecuados de lesiones preinvasivas y la prevención del cáncer.4

Los principales factores de riesgo asociados al VPH son el inicio de vida sexual a temprana edad, inmunosuprimidas, múltiples parejas sexuales, tabaquismo, mala nutrición y baja ingesta de folatos, antioxidantes, calcio, vitaminas A, C, D, infecciones por clamidias.

La detección con la citología es el método más idóneo para el tamizaje de CaCu y normar conducta terapéutica. En una prueba de VPH negativa de alto riesgo, el valor predictivo negativo para riesgo subsecuente de desarrollo de NIC II/III se eleva hasta 99-100%. No ameritan colposcopia y ha sido de utilidad en los ahorros de costos a nivel de salud pública. Una prueba de VPH positiva de alto riesgo nos indica una posibilidad de 327 veces más riesgo de desarrollar NIC II, NIC III o lesiones intraepiteliales escamosas de alto grado (HSIL) que en las pacientes no portadoras de VPH.5

Te invitamos a leer más en la Revista de Enfermedades del Tracto Genital Infrior.

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