El golpe de calor es un trastorno ocasionado por el exceso de calor en el cuerpo, generalmente como consecuencia de la exposición prolongada a altas temperaturas o del esfuerzo físico en altas temperaturas. El golpe de calor es la forma más grave de lesión por calor y puede ocurrir si la temperatura del cuerpo alcanza los 40 °C o más. Esta afección es más frecuente en los meses de verano.
Entre los síntomas más importantes del golpe de calor se encuentran:
- Mareo.
- Sudoración (excesiva, al principio; ausente, después).
- Enrojecimiento y sequedad de la piel.
- Aceleración del ritmo cardíaco.
- Dolor de cabeza.
- Ataques con convulsiones.
Para evitarlo, se recomienda permanecer en lugares frescos, a la sombra y ventilados; utilizar gorra o sombrero, lentes de sol, sombrilla y protector solar; lavar las manos frecuentemente con agua y jabón, antes de comer, servir y preparar alimentos, y después de ir al baño.
Es aconsejable para evitar daños a la salud durante la temporada de calor: beber agua para mantener el cuerpo hidratado; evitar la exposición al sol por periodos prolongados, utilizar ropa ligera y de colores claros.
Cabe recordar que tanto las niñas y niños menores de 6 años, como los adultos mayores de 65 años, personas con sobrepeso, con problemas en las glándulas sudoríparas y enfermas del corazón, representan los grupos de población más vulnerables a sufrir golpe de calor.