Autora: Dra. Aurora de la Peña Díaz
Laboratorio de Trombosis y Fibrinólisis, Departamento de Biología Molecular
y Unidad periférica de la Facultad de Medicina, UNAM
La válvula aórtica tiene la función de que la sangre fluya del corazón (ventrículo izquierdo) hacia el resto del cuerpo y evita que la sangre se regrese hacia el corazón por la misma vía. La enfermedad de la válvula aórtica es una afección en la cual dicha válvula no funciona de manera correcta y adquiere prevalencia en las poblaciones con mayor expectativa de vida y puede deberse a un defecto cardíaco presente desde el nacimiento (congénito).
También se puede presentar a causa de otras afecciones, como cambios en el corazón relacionados con la edad, infecciones, presión arterial alta o lesiones en el corazón.
Algunas personas que padecen la enfermedad de la válvula aórtica no presentan síntomas durante muchos años. Los signos y síntomas de dicho padecimiento pueden ser: sonido cardíaco anormal (soplo cardíaco), dificultad para respirar, especialmente después de una actividad física o al acostarse, mareos, desmayos, dolor o presión en el pecho, latidos del corazón irregulares, no aumentar de peso lo suficiente (especialmente en niños con estenosis
de la válvula aórtica), hinchazón de los tobillos y los pies.
En el Laboratorio de Trombosis y Fibrinólisis del Departamento de Biología Molecular del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez, en colaboración con la Facultad de Medicina de la UNAM, nos hemos enfocado a estudiar las características de las válvulas aórticas que presentan disfunción.
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