El umbral del dolor es distinto en cada persona. Nunca llegamos a saber lo que somos capaces de soportar hasta que nos enfrentamos a un dolor agudo.
Tanto para la población general como para los propios profesionales de la salud, el dolor crónico infantil es el gran desconocido a pesar de los avances e investigaciones que en este campo que se han llevado a cabo en los últimos años.
Es por ello, que resulta tan importante ser conocedores del dolor crónico en la población infantil y cómo afecta al niño y su entorno, ya que expresan el dolor de manera diferente a como lo puede hacer un adulto.
Existen multitud de enfermedades comunes y raras que afectan permanentemente a la calidad de vida del niño en su vida diaria y a muchos niveles: en la escolarización, en sus relaciones sociales, en la familia, en las emociones o en la autoestima.
También cabe destacar que el abordaje será diferente en función de la edad del menor, de la gravedad de la enfermedad asociada, de si el pequeño está en un entorno hospitalario o no, o de si ha sido o no intervenido quirúrgicamente.
Comprender cómo el dolor se convierte en un trastorno crónico es esencial para prevenir este estado de salud en los más pequeños. El Consejo Sueco de Evaluación de Tecnologías de la Salud, recapituló en una investigación, exclusivamente, los métodos para tratar el dolor crónico:
- Rehabilitación multimodal o una combinación de terapia psicológica y física.
- Terapia cognitiva conductual.
- Fármacos.
- Tratamiento mediante fisioterapia.
Además el Centro para la Investigación del Dolor en Niños pone a disposición de los padres distintos recursos sobre cómo saber cuando los bebés y niños padecen dolor, cómo se desarrolla y cómo funcionan los analgésicos.