Autora: Mtra. Teresa Belem Lozano Rodríguez
Subjefe en Educación e Investigación en Enfermería
Adscrita al Departamento de Gestión Operativa de Enfermería
Han pasado aproximadamente cuatro meses desde el inicio de la enfermedad del coronavirus en México y esto ha cambiado en muchos sentidos la vida de cada una de las personas del país, ya que se han venido implementando medidas como dejar de saludar de beso y de mano, hasta el distanciamiento social. Esto ha implicado en muchos casos inclusive dejar de ver a nuestros seres queridos y como era de esperarse en el INC también cambiaron muchas cosas.
Al inicio de la pandemia la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad (CINSHAE) estableció cuáles hospitales atenderían a pacientes con COVID-19, por lo que fueron nombrados Hospitales COVID y cuáles servirían de apoyo con terapia intensiva para pacientes con otras enfermedades, nombrados hospitales no COVID y dentro de esta categoría entró la institución en la que trabajo: el Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez.
En un principio, aunque fuimos considerados Hospital no COVID, nuestras autoridades comenzaron a implementar diversas estrategias útiles para saber cómo actuar en el momento en el que se requiriera. Dichas acciones fueron dadas a conocer por el director del Instituto, el doctor Jorge Gaspar Hernández. Dentro de las cuales están las siguientes:
1. Proporcionar información veraz y oportuna sobre COVID-19 para no caer en la infodemia.
2. Reforzar las medidas higiénicas para prevenir la propagación del coronavirus.
3. Implementar el distanciamiento social para evitar la aglomeración de las personas en el Instituto.
4. Aumentar la adquisición de equipo de protección personal (EPP) para poder estar preparados ante la situación.
5. Aumentar la seguridad del personal que podría estar en contacto con pacientes sospechosos o confirmados con COVID.
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