Autora: Lic. en Psicología Maru Izurieta
La generación millennial es definida de muchas maneras, sobre todo por personas pertenecientes a generaciones anteriores. En varias ocasiones he escuchado que nos ven como personas acostumbradas a la inmediatez de las cosas, debido a que nos desarrollamos rodeados de tecnología y que por ende no sabemos trabajar para conseguir nuestros objetivos. Nos gusta viajar, movernos, conocer diferentes culturas y personas, experimentar y desarrollar nuevas habilidades. La realidad es que somos una generación que se desarrolló en un tiempo de hipercomunicación. Los diferentes medios de comunicación, redes sociales, páginas web e instrumentos tecnológicos generan en nosotros un ruido y exceso de información constante.
Comencé a hacer mi proceso de confinamiento a principios de marzo. El primer libro que leí fue “la sociedad del cansancio” por Byung-Chul Han, un filósofo contemporáneo de origen surcoreano. En este libro Han argumenta que las enfermedades del siglo XXI ya no suelen ser virales o bacteriales, sino “neuronales”. Plantea que algunos trastornos como la depresión, el TDAH, la ansiedad y el burnout son una consecuencia de un exceso de positividad e hipercomunicación.
Siendo alguien recién egresada de la licenciatura en Psicología y una persona que está en constante contemplación de su mundo interior, no pensé que fuera a caer tan fácilmente en esta autoexplotación. Pero la realidad es que durante esta cuarentena he podido observar lo frecuente que caigo en esta conducta.
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