La capacidad pulmonar, es la cantidad de aire que obtienen los pulmones al inhalar y absorber oxígeno del medio ambiente, actividad que realizamos cada segundo de nuestra vida y en cualquier actividad deportiva, o incluso física. Una persona puede almacenar hasta 5 litros de aire en su interior.
Pero cuando realizamos un esfuerzo físico los músculos trabajan más, el cuerpo necesita más oxígeno y producimos más dióxido de carbono.
Para hacer frente a esta situación (según la European Lung Foundation) la respiración aumenta de 15 veces por minuto (en reposo) hasta unas 40-60 veces por minuto (durante el ejercicio). Es por eso que, en ocasiones, tenemos la sensación de que nos falta el aire.
Cuando aprendemos a respirar correctamente, nuestro organismo se ve beneficiado:
- La sangre se oxigena más.
- El corazón trabaja a un ritmo menor y con menos esfuerzo.
- La tensión arterial se regula.
- El oxígeno llega con mayor calidad a cada célula.
- El diafragma funciona de manera adecuada.
- Los pulmones están más flexibles.
- Los órganos abdominales trabajan mejor.
Algunos ejercicios que pueden ayudarnos a nuestra capacidad pulmonar son:
- Ejercicio interválico (correr, nadar y yoga son los principales para esto)
- Inflar 2 globos, mas o menos dos veces por semana.
- Tomar un litro de agua al día.
- Ventilar los espacios en los que mantiene para que se renueve el aire.