Autor: L.A. José Luis Hernández Tlapala
“La ciencia sola no basta para llenar la actividad del científico,
sino que debe completarla con la cultura humanística”
Ignacio Chávez Sánchez
Históricamente el ser humano ha sido rebajado y cosificado por los sistemas políticos y económicos, por lo que se ha hecho necesaria la vuelta a los orígenes, a lo esencial, como sucedió en el Renacimiento, lo mismo que en los siglos XIX y XX en que el crecimiento económico,técnico, industrial y científico basaron el desarrollo en lo mesurable, en lo tangible.
En tiempos como el que vivimos, en que se desdeña el respeto a la dignidad de la persona, en el que se pretende desconocer el milagro de la vida humana desde la concepción, confiriendo el carácter de “ser humano” a partir de determinado número de semanas de vida, es indispensable volver la vista atrás y clamar por los principios que permitan redignificar al ser humano, especialmente en la labor de los sistemas de salud.
“En el mundo contemporáneo los hombres y las mujeres nos vemos diluidos de nuevo ante la definición que el economicismo ha hecho de nosotros”, señala Raquel Sánchez García, profesora de Historia Contemporánea, de la Universidad Complutense de Madrid. Ese economicismo que apunta Sánchez García se refleja también en el pensamiento de aquel médico que no ve en el enfermo más que un medio para elevar su prestigio y engrosar las finanzas propias.
Te invitamos a leer más en la Edición de Motu Cordis, páginas 8 y 9.
