Autora: Mtra. Azyadet Parra Basurto
Jefa de Enfermería en turno matutino
En el ámbito hospitalario, la seguridad del paciente no es un tema negociable. Es una prioridad fundamental que guía cada acción tomada por el personal de salud. Cada estrategia, cada protocolo, tienen un propósito claro: proteger la vida y el bienestar del paciente. En este contexto, el CÓDIGO BLANCO juega un papel decisivo en el manejo de las caídas, un evento común en los entornos hospitalarios, pero que, si no se maneja con rapidez y eficacia, puede desencadenar consecuencias graves. Este protocolo no está diseñado para prevenir las caídas en sí, sino para garantizar que cuando ocurren, se aborden de manera inmediata y adecuada, minimizando su impacto y asegurando la respuesta óptima.
Factores que aumentan el riesgo de caídas
Las caídas hospitalarias son una realidad desafortunada que afecta a un porcentaje significativo de los pacientes, especialmente a aquellos con condiciones de salud más complejas o avanzadas. El riesgo de caída no sólo depende de factores del paciente, sino también de su entorno. Los factores intrínsecos y extrínsecos son los dos grandes grupos que determinan la probabilidad de una caída.
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