Dr. Daniel Ibarra Ríos
Neonatólogo adscrito a la Subdirección de Neonatología,INPer
Uno de los hitos en la historia de la perinatología fueron los estudios del Dr. Ian Donald que en 1958 publicó en el Lancet “Investigación de masas abdominales por ultrasonido pulsado”. El uso de esta nueva tecnología (que constaba de una cámara Polaroid montada sobre un osciloscopio1) generó revuelo y dividió a los obstetras, parte de los cuales se refirieron a él como el “escocés loco”2. Hoy sería impensable la Ginecología y Obstetricia y la Medicina Materno Fetal sin su principal herramienta diagnóstica y de seguimiento. Conforme avanzó la tecnología, nuevos equipos portátiles pudieron ser llevados a la cama del paciente en el contexto de medicina de urgencias y traumatología. Para 1978, verdaderos equipos portátiles estaban disponibles generando mucha experiencia en la década de los 803. En el campo de la neonatología el desarrollo del Modo-M y posteriormente del Doppler Color estableció la base del diagnóstico Cardiológico4.
La presencia de las fontanelas permitió a los neonatólogos tener una ventana al cerebro del recién nacido. En México, en la década de los 80´s la Dra. María de los Ángeles Segura Roldán realizó los primeros estudios con ultrasonografía transfontanelar estableciendo una escuela de ultrasonido realizado por el neonatólogo5. También en 1984, se reportó en el país el uso del ultrasonido para valorar el conducto arterioso6. Junto con el diagnóstico estructural realizado por Cardiología Pediátrica a finales de los 80 y durante la década de los 90 inicia en Australia con el Dr. Nick Evans posteriormente estandarizado y organizado en Canadá por el Dr. Patrick McNamara, el campo de la ecocardiografía funcional. Este modelo experto permite que neonatólogos con formación en ecocardiografía avanzada puedan valorar estados de hemodinamia alterada en pacientes sin cardiopatía congénita (Conducto arterioso relacionado a la prematuridad, hipertensión pulmonar aguda y crónica y choque). Actualmente en México hay pocos neonatólogos con esta formación y certificación. Por mucho tiempo se creyó que el pulmón (principal órgano implicado en la patología neonatal) no era sujeto de exploración ultrasonográfica; sin embargo, los trabajos del Dr. Daniel Liechtenstein demostraron que los artefactos obtenidos mediante esta técnica, son constantes e indican salud y enfermedad7. El uso del Ultrasonido Pulmonar (UP) se generalizó en París bajo el liderazgo del Dr. Danielle De Luca y la Dra. Nadya Yousef con entrenamiento de sus neonatólogos en 2013, generando importantes estudios para demostrar la utilidad para diagnosticar SDR y decidir la administración de surfactante.
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