Autores: Dr. Samuel Jaimez-Alvarado y Dra. María Magdalena Aguirre-García
Unidad de Investigación UNAM-INC
Introducción
Pequeños gigantes: ¿Cómo las bacterias intestinales moldean nuestra salud?
La microbiota es el conjunto de microorganismos que residen en distintas partes del cuerpo humano, como la piel, boca, oídos, nariz, el tracto respiratorio y el tracto gastrointestinal. Está formada principalmente por bacterias, aunque también incluye virus, hongos y parásitos. El mayor número de microbiota se encuentra en el tracto gastrointestinal, especialmente en el intestino grueso.
Desde que se acuñó el término “microbiota”, hace más de 20 años, nuestro entendimiento sobre ésta ha avanzado de manera exponencial. Se ha clarificado su rol en los procesos de salud y enfermedad, evidenciando que estos microorganismos ejercen una gran influencia en nuestro organismo. La microbiota desempeña funciones cruciales en la digestión, el metabolismo de nutrientes, la defensa contra patógenos y la regulación del sistema inmunológico.
La microbiota está compuesta por miles de millones de bacterias, lo que implica que existe más diversidad de microbiota que personas en el mundo. Sin embargo, se ha identificado que algunas bacterias son predominantemente beneficiosas, mientras que otras pueden ser perjudiciales para la salud. Cuando predomina una composición diferente de bacterias a la habitual, se habla de disbiosis, la cual puede ser causada por varios factores, como el uso excesivo de antibióticos, una dieta pobre en fibra, alta en grasas, azúcares refinados, el estrés crónico y otros factores.
En contraste, la eubiosis se refiere a un estado de equilibrio y armonía en la microbiota, donde las diversas especies microbianas coexisten de manera equilibrada y cumplen sus funciones fisiológicas, otorgando así propiedades beneficiosas para el ser humano.
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