Autoras: Dra. Martha Franco G.
Investigador en Ciencias Médicas “F”, Laboratorio de Fisiopatología Cardio Renal, INC
Dra. Rocío Bautista
Investigador en Ciencias Médicas “D”, Laboratorio de Biología Molecular, INC
El riñón es el órgano que se encarga de filtrar la sangre y eliminar sustancias, producto del metabolismo, como la urea y la creatinina. Menos conocido es su papel en la excreción de sal y agua, y con ello su participación en el control del volumen extracelular y de la presión arterial.
Al respecto, existen mecanismos intrínsecos del riñón que debemos conocer pues se alteran ante la presencia de enfermedades renales o con ciertos medicamentos. Uno de los más importantes es la autorregulación renal, pues previene alteraciones de la función renal ante cambios agudos de presión arterial. Este mecanismo mantiene la filtración glomerular constante cuando la presión arterial se encuentra entre 80 y 150-160 mmHg, esto es importante porque habitualmente cuando dormimos disminuye la presión arterial y aumenta cuando hacemos ejercicio intenso, lo que produciría que la filtración glomerular se modificara de acuerdo con la disminución o aumento en la presión durante todo el día, lo que no ocurre gracias a la autorregulación renal. Cabe mencionar que cuando la presión es menor a 80 mmHg, la filtración glomerular disminuye en forma directa a la presión arterial, entonces cuando hay una hemorragia importante o una deshidratación grave la producción de orina puede disminuir en forma severa. En el otro extremo, por arriba de 150-160 mmHg también aumenta la filtración glomerular.
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