Un proyecto de ley para los programas es la detección del cáncer de cuello uterino (CCU), que es el único cáncer que se puede prevenir con vacunas y es curable. Muchos países, incluyendo México, se están quedando atrás en sus esfuerzos por cumplir con los objetivos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para 2030 con los que se busca eliminar eficazmente la enfermedad.
La baja aceptación de la vacunación y los problemas de equidad en la salud han obstaculizado los esfuerzos para poner fin a la enfermedad. La combinación puede ser mortal: aunque el cáncer de cuello uterino ahora es prevenible y tratable, cada año en México se reportan más de 12 mil casos y más de 4 mil muertes.
Una medida destinada a combatir la enfermedad es una nueva iniciativa para reducir las tasas de CCU al realizarse la prueba del virus del papiloma humano (VPH), el cual causa la mayoría de estos cánceres, a través de la autotoma en programas para prevenirlo.
Si este método es viable, aumenta la aceptación de las pruebas de detección del cáncer de cuello uterino. La iniciativa de autotoma será “un verdadero cambio” para detener el VPH, porque ayudará a que se realicen más pruebas de detección a las mujeres de las zonas rurales y a quienes podrían tener problemas para acceder al sistema de atención médica. Con el suministro de kits de autotoma del VPH se empezará a visualizar un cambio radical en términos de la aceptación de éstas.
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