Alejandra Wernicke1, Marie Catherine Sáez Perrotta2, Víctor Manuel Vargas Hernández3
RESUMEN
El diagnóstico de las lesiones pre-malignas del cuello uterino o neoplasia intraepitelial cervical (NIC) se basa en la identificación de una serie de características histopatológicas para el diagnóstico, que está sujeto a discrepancias entre diferentes observadores. En cortes de hematoxilina y eosina (H&E) es particularmente difícil y está sujeto a variaciones inter e intra-observador cuando la representación de la lesión escamosa intraepitelial (SIL) es escasa en la muestra. La concordancia diagnóstica es mayor en los extremos del espectro (biopsias negativas, NIC-3 y carcinoma invasor), mientras que disminuye en lesiones intermedias (NIC-1 y, especialmente, NIC-2). Se han propuesto diferentes marcadores para aumentar la concordancia diagnóstica en estas lesiones. La pérdida de función de p16 genera una inactivación de la proteína retinoblastoma (Rb) gen supresor de tumores, por hiperfosforilación, desregulación y progresión prematura del ciclo celular. Existe una fuerte sobreexpresión de p16 tanto en lesiones pre-malignas y cáncer de cuello de útero; mediante una simple tinción inmunohistoquímica es un marcador biológico que identifica de forma inequívoca las células con cambios premalignos y malignos inducidos por VPH, mejorando así la especificidad diagnóstica y solucionando los problemas anteriormente expuestos de variabilidad inter e intra-observador.
CONCLUSIÓN. Los programas de detección han reducido con éxito el CaCu, pero pruebas nuevas podrían mejorar la detección, con el uso de biomarcadores p16 o tinción dual p16/Ki67. Su positividad o negatividad proporcionan información pronostica en LSIL.
Palabras clave: lesiones premalignas, cáncer de cuello de útero, biomarcadores, citología, biopsia
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