L.E. Luz Adriana Zacarías Pérez
La seguridad del paciente es una prioridad indiscutible en todos los ámbitos de la atención a la salud, particularmente en el proceso de la administración de medicamentos, para lo cual se han implementado una serie de acciones esenciales. Los procesos relacionados con el almacenamiento, prescripción, transcripción, dispensación y administración de medicamentos, son fundamentales para prevenir errores y minimizar los riesgos asociados con la medicación, contribuyendo a garantizar la seguridad y el bienestar de los pacientes en el entorno de atención médica.
En México, según las estimaciones, el 2% de los pacientes hospitalizados muere y el 8% padece algún daño a causa de eventos adversos relacionados con la seguridad del paciente, dentro de estos se encuentra el proceso de medicación.
En los Lineamentos del Sistema de Distribución de Medicamentos de Dosis Unitarias, publicado en el Diario Oficial de la Federación en octubre del 2020, se entiende por errores de medicación “A cualquier acontecimiento prevenible que puede causar daño al paciente o dar lugar a la utilización inapropiada de los medicamentos y vacunas, cuando éstos están bajo el control de los profesionales de la salud o del paciente o consumidor. Estos incidentes pueden estar relacionados con la práctica profesional, con los productos, con los procedimientos o con los sistemas, incluyendo fallos en la prescripción, comunicación, etiquetado, envasado, denominación (distintiva o genérica), preparación, dispensación, distribución, administración, educación, seguimiento y utilización.”
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