La hipertensión pulmonar es un tipo de presión arterial que afecta a las arterias del aparato respiratorio y de los pulmones, así como el lado derecho del corazón. El corazón tiene cuatro cavidades: las dos superiores, llamadas aurículas y las dos inferiores, los ventrículos. Cuando la sangre pasa por el corazón, el ventrículo derecho bombea sangre a los pulmones a través de la arteria pulmonar.
En los pulmones, la sangre elimina el dióxido de carbono y se queda el oxígeno, pasando esta sangre oxigenada por los vasos sanguíneos en los pulmones hacia el corazón.
En los casos de hipertensión pulmonar, se producen cambios en las células que cubren las arterias pulmonares, endureciendo las paredes o formando tejidos adicionales que pueden bloquearlas.
Estos cambios pueden bloquear o reducir el flujo sanguíneo, elevándose la presión arterial en las arterias pulmonares.
La hipertensión pulmonar puede ocasionar complicaciones, tales como:
- Agrandamiento del lado derecho del corazón, provocando insuficiencia cardíaca.
- Coágulos sanguíneos.
- Arritmias.
- Sangrado.
En muchas ocasiones, los síntomas de la hipertensión pulmonar aparece o se manifiesta cuando existe un daño avanzado. Así, los signos de la enfermedad pueden no ser visibles durante meses o años, por lo que el papel de la atención primaria es básico para un diagnóstico precoz de la enfermedad. Conforme avanza la enfermedad, los síntomas empeoran.
Los síntomas principales de la hipertensión pulmonar son los siguientes:
La hipertensión pulmonar aparece sin previo aviso, incluso años después de padecerla cuando la enfermedad se encuentra en un estado avanzado.
Como tal, la hipertensión pulmonar es una enfermedad incurable, aunque los especialistas pueden ayudar al paciente a tratar y controlar la enfermedad, mejorando la sintomatología y frenando el avance de la enfermedad.
Cabe destacar que en los últimos años se ha avanzado en el tratamiento de la enfermedad, desarrollándose nuevos tratamientos que han demostrado ser más efectivos combatiendo esta enfermedad, mejorando la calidad de vida de los afectados y alargando su esperanza de vida.