Autoras: Mtra. Norma Elia González Flores
Mtra. Sofía Vega Hernández
El nacimiento es un evento extraordinario y único, implica que el feto cambie de un entorno intrauterino al extrauterino, en ese momento el organismo del recién nacido se enfrenta a un proceso de adaptación con diversos cambios fisiológicos para sobrevivir y alcanzar un equilibrio en el nuevo mundo que le rodea.
Este proceso de adaptación se vuelve más complejo cuando el recién nacido desarrolla una malformación en el corazón que amerita la hospitalización inmediata para su atención. En tales circunstancias, la dinámica familiar esperada cambia, ya que el binomio madre-hijo se interrumpe, la madre no guarda el periodo de convalecencia indicado, ambos padres permanecen fuera de casa en busca de alternativas de diagnóstico y tratamiento del bebé, asimismo experimentan una serie de emociones desagradables e intensas que activan un estrés fisiológico devastador, quedando los familiares cercanos y amigos como un apoyo a distancia, despertando en estos últimos sentimientos de impotencia y frustración al no poder estar presentes para apoyarlos como a ellos les gustaría.
Ante el contexto previo, la atención emocional y el acompañamiento en el proceso hospitalario del Recién Nacido (RN) o Lactante Menor (LM) con cardiopatía congénita y sus padres amerita una atención prioritaria en las instituciones de salud, ya que ambas partes merecen una atención de calidad, digna y humana.
Te invitamos a seguir leyendo en la página 26 de Motu Cordis.